Desde nuestro punto de vista depender emocionalmente de alguien no es una enfermedad, un trastorno mental, ni un patrón de la personalidad patológico. Es en una compleja red de conductas que van a conformar un “círculo vicioso”.
La dependencia emocional está relacionada con una pobre autoestima y autoimagen, inseguridad, ansiedad y depresión, adicciones y los celos en la pareja.
Depender emocionalmente de alguien es hasta cierto punto bueno.
Para entender esto te lo ilustraré con un suceso ocurrido hace poco.
El año pasado un yate turístico rompehielos de la Antártida perdió su ancla. Esto es algo normal. El problema es que el alquiler semanal de este yate era de unos 840.000 euros. Por lo que día parado en el puerto sin ancla era mucho dinero perdido.
Tuvieron dos opciones. Contrataron una empresa que se encargó de buscar el ancla perdida. No lograron encontrarla. Así que mandaron a comprar una nueva. Aun así, perdieron mucho dinero.
La intención de contarte esta historia es para que veas la importancia que tiene un ancla en nuestra vida. Piensa que eres tú el arrendador de ese lujoso yate turístico. ¿Qué vas a hacer sin ancla sino esperar a que llegue la nueva?
Dándole la vuelta a la historia y haciendo analogía con la psique humana, existen varias anclas invisibles en nuestra vida que son los que mantienen nuestras relaciones sentimentales.
Sin esos apegos seríamos seres vacíos, fríos y mecánicos. No existiría la gracia de la vida. El amor de pareja, de amistad, de padres a hijos, de hijos a padres, el amor a los coches, animales, etc.
Por lo tanto, los anclajes son fundamentales. Sufrir una pérdida y estar triste por ello es totalmente natural. Lo peligroso es dejar que tus seres queridos y cosas preciadas ocupen tu lugar y lleguen a invadir todo tus pensamientos y sentimientos.
¿Como es depender emocionalmente de alguien?
Continuamos con la analogía del ancla.
Si te fijas, más arriba he dicho anclajes, en plural, no ancla. Porque hay personas que es como si solo tuvieran un ancla al que «se agarran como a un clavo ardiendo», como dice el dicho. Es decir, que, aunque sufran y estén muriéndose de dolor no «sueltan» a esa persona, cosa, o lo que sea.
Al soltar su única ancla, les viene una mezcla de emociones, sensaciones, pensamientos intensos que he llamado el Síndrome del Ancla Perdido.
Surge cuando a la persona que amamos y que forma parte de nuestra identidad (a las que nos aferramos con los ganchos de nuestra ancla), desaparecen o dejan de formar parte de nuestra vida.
Se genera entonces lo que yo he llamado el Síndrome del Ancla Perdida, que es un torbellino emocional que sacude a la persona y que le es inexplicable, como aquel barco que, encontrándose en medio de una tempestad, es azotado por las olas que lo mueven sin sentido, descontrolándolo y tambaleando todos sus cimientos.
Entonces, ¿soy dependiente emocional o no?
No se es dependiente emocional. Como dije al principio, la dependencia emocional es una compleja red de conductas en un contexto de interacción interpersonal.
Considéralo como muchas conductas que se retroalimentan para mantener e incrementar la dependencia. Quítate de la mente que es un patrón de tu personalidad, un trastorno o una enfermedad.
El sufrimiento interno es la clave. Si te está afectando en tus relaciones y eso te hace sentir fatal contigo mismo/a, entonces te encuentras en una situación de dependencia emocional.
Que no entiendas cómo funciona esa red de conductas es totalmente normal. Si no, no estarías leyendo estas líneas. Los profesionales de la conducta humana están para entender y romper ese patrón conductual.
No obstante, con este breve test de 8 ítems de Gruya Psicología y Nutrición quizás te puedes hacer una idea de cuán dependiente eres. Te recomiendo leer la explicación de los resultados del test que te explica Alejandro Vera en el mismo artículo.
También considera la opción de pedir ayuda a los profesionales de la conducta humana (psicólogos). Te dejo mi página de contacto por aquí.
Tipos de Dependencia Emocional
Como dije, estas conductas están enmarcadas en el contexto entre dos personas. Que pueden ser, la pareja sentimental, una amistad o de un padre a un hijo.
La Dependencia Emocional en Parejas
En cuanto a la pareja se puede manifestar de muchas maneras:
- Temor a la pérdida o separación de la pareja.
- Anteponer la relación ante todo lo demás.
- Necesidad constante de estar cerca de la pareja.
- Renuncia lo que es uno, sus gustos, intereses, opiniones
- Sumisión y necesidad de agradar a la pareja.
- Búsqueda constante de cariño y aceptación
- Reducción de la actividad social.
- Idealización y sentirse inferior en la pareja.
- Celos e inseguridad constantes.
- Fuerte necesidad y urgencia de volver con la pareja si se produce una ruptura
- Comer en exceso, utilizar tecnologías en exceso u otras sustancias nocivas para la salud (alcohol, drogas) cuando no se satisface la necesidad de estar con la pareja.
La Dependencia Emocional en la Amistad
Una forma peculiar y algo desconocida. Se presenta sobre todo en los adolescentes. Se puede manifestar en:
- Reducción de la capacidad de toma de decisiones sin el “consentimiento” de la amistad.
- Miedo a contrariar o hacer enfadar.
- Búsqueda de la aceptación, dedicando mucho esfuerzo para que se sienta bien en la relación.
- Miedo a romper la relación por cualquier cosa.
- Normalizar las faltas de respeto
- Ante los intentos de la familia por aconsejar e intentar ayudar para que esa amistad cambie, asume que no tienen razón.
La Dependencia Emocional de Padres a Hijos
En el caso de padres a hijos se manifiesta en:
- Hacen lo imposible por satisfacer las necesidades de sus hijos, incluso siendo estos adultos.
- Sobreprotección excesiva.
- Chantaje y manipulación.
La Dependencia Emocional de Hijos a Padres
También sucede en el caso contrario, de hijos a padres incluso si son adultos. Se puede presentar en:
- Dificultades para tomar decisiones sin el consentimiento de los padres.
- Hacer caso en todo lo que digan, sin importar si tienen razón o no
- Satisfacer todas sus necesidades sin importar las propias
- Estar disponible todo el tiempo para ellos.
- Culpabilidad si se hace algo sin ellos.
¿Qué hacer para no depender emocionalmente de alguien?
Por ello, te doy 5 consejos básicos, cortos, pero profundos (párate a pensar en cada uno y relaciónalo con tu propia experiencia):
- Aprende a estar solo.
- Estar solo no significa sin nadie alrededor, encerrado en tu cueva. Puedes sentirte solo estando en medio de un barullo. Porque la soledad es un sentimiento de tranquilidad contigo mismo. Dale la vuelta a la tortilla y cambia la necesidad de sentirte acompañado en todo el momento.
- Invierte en ti.
- Eso significa que empieces a tomar pequeñas decisiones sin el consentimiento de los demás. Al principio será difícil y te generará algo de incertidumbre. Incluso puede que a los demás les genere rechazo tu nueva forma de actuar. Empieza con cosas sencillas como, por ejemplo, hacer la compra sin preguntar o apuntarte a un curso…
- Diversifica tus relaciones sociales.
- No significa que vayas por ahí haciéndote amigo/a de todo el mundo. Realiza actividades que te agraden en solitario o con otras compañías a las habituales. Por ejemplo, caminar, hacer deporte, ir a una charla… Poco a poco te irás sintiendo independiente y mejor contigo misma/o.
- Da a las personas el lugar que le correspondan.
- Acepta que las personas piensan y actúan de manera diferente a ti. No pasa nada por tener tu propia opinión o por tener aficiones y gustos diferentes.
- Aprende a soltar
- A través de un ejercicio de introspección, date cuenta del patrón habitual de dependencia emocional en tus relaciones pasadas y actuales, reconócelo y acepta el dolor de la pérdida, pasa página y comienza a vivir en el presente.