Desde nuestro punto de vista depender emocionalmente de alguien no es una enfermedad, un trastorno mental, ni un patrón de la personalidad patológico. Es en una compleja red de conductas que van a conformar un “círculo vicioso”.
La dependencia emocional está relacionada con una pobre autoestima y autoimagen, inseguridad, ansiedad y depresión, adicciones y los celos en la pareja.
Depender emocionalmente de alguien es hasta cierto punto bueno.